Claroscuro,

Anna Castellà+Alberto Espinosa+César Jiménez+Patricia Parra+Uma Fernández

La propuesta busca convertir el cruce en un jardín exterior de isla. Una combinación de la domesticidad heterogénea de los espacios interiores de isla con los flujos intensos de la calle.

El ambiente que se propone tiene sus raíces en los espacios populares históricos como fuentes y merenderos, espacios de sombra y frescura donde reunirse, a los cuales se llega por caminos blandos rodeados de arbustos. El claroscuro, lema del concurso, es la unión de camino y estancia, una plaza con un espacio abierto y plano donde ver el cielo y un bosque de árboles para protegerse del sol y el calor. La plaza se convierte en un espacio de juego abstracto y libre al no quedar definido específicamente en un área de juegos, buscando así dar respuesta en las premisas de la ciudad jugable y propiciando la convivencia de usuarios de todas las edades. Se potencia el juego fortuito y la autonomía de los niños. Se propone un mobiliario fijo (mesas, bancos, gradas, espacios para tumbarse y para jugar) de diferentes medidas, alturas y geometrías pudiendo garantizar el uso tanto por adultos como niños con diferentes capacidades motrices y que a la vez permita múltiples combinaciones y disposiciones domésticas que generen correlaciones a todo el ámbito de la plaza.

La propuesta plantea la creación de una cuenca endorreica, un pequeño cambio topográfico en todo el ámbito para maximizar la recogida de agua. Se utilizan tres tipos de pavimento, además del adoquín existente que se mantiene por funcionalidad y por el mantenimiento de los servicios y para reconocer lo existente, siendo una capa más de la identidad e historia urbana de los cruces del Ensanche Barcelonés.

En el espacio central se coloca un pavimento de tierra compactada estabilizada, que dirige las aguas de lluvia con pendientes controladas hacia un punto central donde se coloca un gran pozo de infiltración de grabas, buscando la máxima infiltración del agua de lluvia sin que suponga el deterioro de las estructuras existentes. Por ello, todo el interior de la plaza cuenta con una pequeña pendiente con mínima afectación, a modo de cuenca. Esta cuenca aparece al cambiar la pendiente natural de la calle Girona, que acumula en el tramo del cruce un desnivel de un metro (cota 26 a 25), buscando un nuevo punto más bajo en el costado norte, con una cota de 24,80 metros sobre el nivel del mar. Esta infiltración ayudará a la vegetación a mejorar su desarrollo y dispondrá de respiraderos para introducir oxígeno en las raíces, que son a la vez aliviaderos para conectar con la red de saneamiento en caso de saturación. El claroscuro, es el espacio entre el campo y el bosque, un ecotono donde las diferentes sensaciones que se consiguen a lo largo del año dan pie a múltiples tipos de actividad que buscan ambientes íntimos y abiertos.

La cuenca es la base para el correcto desarrollo de una masa arbórea diversa (arce blanco, cerezo, fresno de hoja pequeña y olmo común) adaptada en Barcelona y con interés faunístico, la cual tiene variaciones complementarias de olor y color a lo largo del año, todas las especies son de hoja caduca permitiendo el máximo de asoleo en invierno. Bajo ella, en las zonas más sombrías y donde la pendiente es más acusada se planta un sotobosque mediterráneo (espino blanco, madreselva mediterránea, lentisco, hierba de san Jorge y Listón). En las zonas más asoleadas las arbustivas serán de un carácter de jardín floral y aromático, también autóctono y con menos requerimientos hídricos (arrayán, aladierno de hoja estrecha, Salve de jardín, romero, salvia, tomillo, espliego, milhojas y alfalfa).

La propuesta también identifica los chaflanes de la banda mar como los más transitados y los configura como espacios diáfanos y con aceras anchas. Al chaflán donde encontramos el bar Funicular y Belén, dos locales de larga tradición, se reserva un gran espacio con adoquines de tierra tipo terrapref para las terrazas. A la esquina del metro proponemos una pérgola de estructura de madera que señala el acceso y genera un porticado de espera y aposento donde resguardarse los días de lluvia.

La biblioteca Sofia Brat, situada en el interior de isla Este (100m de distancia de la plaza) es un equipamiento con potencial para fortalecer la vida comunitaria, pero a causa de la carencia de visibilidad del acceso queda poco aprovechada. Para mejorar la visibilidad y el uso, se propone una ampliación de la biblioteca con forma de caseta, situada al ámbito del claro, como punto de lectura y recogida de libros, sustituyendo el buzón de la calle Girona y generando un ámbito de estancia con mesas y sillas móviles bajo un cenador para mejorar el confort tanto en verano como el invierno. Este pequeño cenador, junto con la del metro, aportan la sombra necesaria sobre la losa existente al subsuelo, que impide la aparición de árboles.

 

Autores: Anna Castellà+Alberto Espinosa+César Jiménez+Patricia Parra+Uma Fernández.
Sitio web: www.arjubstudio.com
Ubicación: Barcelona, España.
Año: 2021
Concurso: Concurso de proyecto abierto para el programa de Superislas del distrito del Eixample de la ciudad de Barcelona.
Premio: Finalista del Lote 4: (Consell de Cent- Girona)