Laberinto en el Zoo,

Carmen Cañadas Cestero 

Se trata de un complejo deportivo y natural que trata de completar e interactuar con la importante arquitectura existente mediante vegetación y nuevas formas.

Laberinto en el Zoo surge bajo la propuesta de dar una vida diferente al Zoo actual de Madrid. El objetivo era crear un complejo de deportes populares y de alto rendimiento relacionados con el campo y la naturaleza. Actualmente, el Zoo de Madrid se caracteriza por tener escenarios de gran valor diseñados por el arquitecto Javier Carvajal en 1972, para los propios animales, y aquí es dónde va a comenzar este proyecto. La interacción con estas piezas era mi claro objetivo, el hecho de tenerlas en cuenta y realzar esa arquitectura además de reutilizarlas de alguna manera.

El proyecto surge de la idea de crear un laberinto en el Zoo de Madrid, casi literalmente, con la intención de crear una arquitectura que se adapte, crezca y extienda absorbiendo e interactuando con las piezas de hormigón de Carvajal y con la naturaleza, pero sin cambiarla, sino complementándola, devolviendo al lugar espacios naturales habitables por el ser humano. Para llevar a cabo esta idea se utiliza como principal material de construcción el hormigón el cual se mimetiza muy bien con la vegetación y, además, continuar con el estilo de arquitectura ya existente. Con esta regla inicial, se comienzan a diseñar los diferentes espacios deportivos, abiertos o cerrados, donde se va a ir organizando el programa de usos.

Por otra parte, los escenarios de Carvajal, diseñados para animales, pasan a ser literalmente escenarios para el ser humano, con diferentes usos como conciertos, puntos de reunión o encuentro de metas en carreras, algunos rodeados de los fosos de agua que ahora pasan a ser agradables láminas de agua y ambiente fresco. Para todos estos nuevos espacios se utilizarán como principal material constructivo el hormigón armado. Todo el proyecto se resuelve de igual manera, mediante planos verticales y horizontales, curvos y pilares de hormigón, dando lugar a los diferentes espacios del proyecto: abiertos, semiabiertos y cerrados.

Estos tres tipos de espacios configuran toda la planta del zoo como si de una masa muy permeable se tratase, invadiendo gran parte del territorio del Zoo de Madrid. Los espacios abiertos, son puntos de recreo, vegetación, jardines, escenarios, caminos, paseos verdes y pistas de corredores más profesionales de competición, con sus puntos de meta, etc. Los espacios semiabiertos serán aquellos que cuentan con cubiertas o bien muros que van apareciendo y desapareciendo, espacios como: lugares techados para juegos populares, competiciones, muros verticales llenos de vegetación marcando paseos o rutas o simplemente acompañando a la arquitectura, así como también pilares de hormigón con o sin vegetación a modo de paisaje urbano, decorativos o elementos del nuevo paisaje. Mundos que entran y salen, combinando la plena luz con espacios sombríos.

Por últimos estarán los espacios completamente cerrados, edificios muy, aparentemente, sencillos de muros curvos o rectos, con cubiertas de hormigón, y pilares, únicamente combinado con el vidrio para la entrada de luz y aperturas. Estos espacios albergan piscinas de velocidades, tiendas deportivas, salas de prensa, salas de maquinaria deportiva, etc.

 

Autor: Carmen Cañadas Cestero.
Sitio web: carmenccblog.wordpress.com
Ubicación: Madrid, España.
Universidad: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
Año: 2019