Albert Fabià Portolés
Un manto de olas emergente del mar, rompe en el espigón materializándose en una cubierta orgánica capaz de diluir el límite entre lleno-vacío, público-privado.
El proyecto The Wave consiste en la redefinición de un conjunto de espacios y equipamientos públicos situado en el muelle de la Marina de la Vila Olímpica de Poblenou, Barcelona. Dicho proyecto busca la creación de equipamientos de grandes luces de usos polivalentes que a su vez permita generar actividad en sus perímetros. Adecuándonos con el lugar donde nos situamos, The Wave pretende generar todo un conjunto de miradores y espacios públicos y de ocio, jugando con la propia topografía existente y que permitan colmatar el gran eje de la Marina, además de la creación de un equipamiento que permita relacionarse en todo momento con el entorno urbano que lo acompaña. Para lograr tal objetivo, esta infraestructura pretende mimetizarse con las olas del mar que nos rodea, sumergiendo así, al espectador en un manto de carácter orgánico.
Partiendo de las características inherentes del eje litoral de Barcelona, “The Wave” pretende generar una atmósfera donde la infraestructura de grandes luces y los espacios naturales y de ocio converjan en una única forma y lenguaje que se materializan con un carácter orgánico y móvil. Persiguiendo en todo momento una relación directa y visual con el lugar donde nos situamos. Con tal objetivo en mente, un manto de olas se expanden a lo largo del espigón de la Marina, entrelazándose y cosiéndose a diferentes cotas unas entre otras. Introduciendo el término forjado-ola, distinguimos la relación del mismo con el entorno urbano y espacio exterior, junto con las olas que protagonizarán los espacios del interior.
Dichas cubiertas actuarán como miradores, permitiendo ser recorridas y transitadas, y generando en su superficie espacios renaturalizados gracias a su constante relación con la vegetación. Cada una de las olas-forjados existentes generará una distinción de espacios y de usos en su interior. El desfase de las crestas de dichas olas, dará lugar a oberturas que permitirán una entrada de luz directa y cenital que radiará en cada una de las distintas salas. Creando así en todo momento, espacios sensitivos tanto en su forma como en sus características.
Entendiendo el proyecto como un manto que se expande e invade el espigón, este permite acontecer la vida en la superficie del mismo como en el interior de la ola, generando dos plazas y flujos que se entrelazan mediante la propia estructura y los vaciados de la misma. El proyecto “The Wave” abarca una continuidad de los espacios tanto exteriores e interiores como de las visuales a 360º grados, permitiendo ver a través de él y gracias a los “pilotis” que sustentan las plaza-cubierta, permiten dotar de una permeabilidad total en el interior de la ola.
Para tal equipamiento de grandes luces y diáfano, se ha optado por una estructura en malla o entramada de madera que permita lograr tales distancias de forma que trabaje toda ella colaborativamente. Es presente una jerarquización en la estructura, donde las jácenas actúan como elemento autoportantes que nacen y mueren en el terreno, y la subestructura de “viguetas” que tomaría el papel secundario. Tal estructura bidireccional forma una malla de 5m x 5m que permite modularizar tanto la estructura y elementos como el espacio libre. Los pilares que nacen de la intersección de las jácenas, adopta una forma en cruz, que posteriormente permitirá acotar los espacios de la sala como el resto de espacio libre modulable. En los perímetros de la fachada, los pilares adoptan una forma más esbelta y rectangular que permitan alargar las visuales del interior al exterior. El forjado que cubre tal estructura, se materializa por paneles de madera contralaminada encolada que permitan adoptar la flexibilidad y la curvatura que el proyecto requiere, a su vez de permitir ser una cubierta transitable.
Queriendo converger la arquitectura y la fisonomía del proyecto con lo natural y vegetal, la gran cubierta-plaza es vaciada en su estructura, generando dobles espacios que permitan entrelazar ambas cotas del proyecto. La vegetación emerge por los vaciados de la estructura, convirtiéndose así en un elemento proyectual y generando diferentes espacios acotados y distintos recorridos. Los vacíos y los llenos (materializados por la gran sala, los espacios de comercio, las claraboyas que dotan de luz cenital, la propia vegetación existente del lugar), crean una versatilidad de los espacios que permiten adaptarse a las diferentes situaciones. La gran sala de actos que se propone como elemento clave del curso es el elemento protagonista y permite que el resto del espacio libre y privado se articule alrededor de la misma.
Autor: Albert Fabià Portolés.
Ubicación: Barcelona, España.
Universidad: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.
Año: 2021