Borde urbano,

Jorge Morales Ahués

La propuesta se enmarca en la temática de pabellones como formato expositivo de las exposiciones universales y deriva su enfoque en la relación que existe entre el despliegue de estos grandes edificios y el contexto en donde se localiza.

Ya sea como formato ferial o evento conmemorativo, las exposiciones universales han centrado su interés en mostrar una imagen de cada nación participante, incluido el país anfitrión. Lo que coordina esa participación es una determinada convocatoria que suele tener un tema general por título. Esa lógica se ha mantenido desde el inicio, lo que ha cambiado es su despliegue espacial en la ciudad, es decir, una evolución desde una fórmula común en la que los expositores se alojaban en grandes estructuras dispuestas para aquello —como el Crystal Palace en Londres 1851 o el Palacio de la Industria en París 1855—, hacia una de edificios aislados o pabellones exclusivos para cada nación. Tal despliegue por un carácter individual de propuestas de los participantes ha traído consigo tanto una exaltación por lo nacional como también una motivación por desconocer las necesidades del contexto en donde se localiza. En un contexto contemporáneo en donde existen dificultades multifactoriales —sostenibilidad de las ciudades, escasez de recursos, por nombrar algunas— este evento se presenta como una posibilidad de responder a demandas locales que al mismo tiempo poseen un correlato global. Asimismo, la vinculación espacial con el contexto local en donde se despliegue la expo es una oportunidad para transitar desde una lógica provisoria que caracteriza a estos eventos, hacia una fórmula en donde la con figuración de este soporte se conciba como una herramienta para nutrir a la ciudad de infraestructura urbana.

Contraria a la idea centrípeta de estos grandes eventos-ciudades, el proyecto busca trabajar con el borde urbano en sus diferentes escalas, de modo que su inserción tenga presente las singularidades del contexto próximo.

“¿Si el espacio no tiene límites, las cosas entonces se extienden infinitamente? Arquitectónicamente, si definir el espacio es hacer que el espacio sea distinto, ¿hacer que el espacio sea distinto define el espacio? Si un espacio es una representación de una idea o un pensamiento que se significa, ¿logra un espacio su significado a través de su relación con todos los demás espacios en un contexto, o a través de todos los espacios para los cuales este espacio se ha vuelto metafórico? Si el espacio no es ni un producto social (un resultado final) ni una categoría pura (un punto de partida), ¿es un intermedio (un intermediario)?”

Bernand Tschumi —arquitecto suizo-francés— inicia su libro Arquitectura y Disyunción (1996) mediante una serie de interrogantes que se superponen y que buscan abordar las principales disyuntivas en cuanto al espacio. La selección de estos cuatro planteamientos resume los principios con los cuales el proyecto se enmarca y orienta su cometido. La definición del límite de un espacio, del borde con el cual una expo se relaciona con su contexto próximo no es tan solo una determinación sobre el trazado sino que también en cómo ese límite se configura como un espacio en sí mismo. El espesor de esta pieza o cinta —término utilizado por Tschumi— es también una materia de discusión, en donde su posición considerada como un entremedio de —interior-exterior— requiere de un significado ya sea a nivel programático, de una experiencia o como un instrumento formal.

El proyecto “Borde urbano para un evento-ciudad: los terrenos de la ex FISA Santiago para una exposición universal” procura responder a estas interrogantes con el foco puesto en lo desarrollado en la tesis: trabajar con los conceptos de borde y grano del contexto en donde se emplaza una expo o, en forma posterior, cualquier otro evento-ciudad que requiera de estos grandes espacios. Así, a gran escala se contempla una cinta que circunda todo el paño que produjo la FISA en Maipú y que ahora se encuentra en abandono. Por tanto, se busca incorporar este fragmento urbano ubicado en la periferia —entre las avenidas 5 de Abril y camino a Melipilla— al resto de la ciudad, permitiendo que esta intervención lineal se pueda extender también a otros puntos aledaños. La manera de enfrentar este fundamento es por medio del trabajo con un sistema constructivo repetitivo, serial, pero que al mismo tiempo permite las eventualidades. Es decir, en ciertos puntos se presentan operaciones que permiten, por ejemplo, el traspaso de este borde desde un exterior hacia un interior o ser también un momento para el ocio. Este sistema que se origina desde una unidad repetitiva y de configuración múltiple, puede también contemplar el factor de la temporalidad y así poder ser reconfigurada según los requerimientos que se le soliciten a futuro.

 

Autor: Jorge Morales Ahués.
Ubicación: Santiago, Chile.
Universidad: Pontificia Universidad Católica de Chile.
Año: 2022