Andrea Leal Santillan
Este proyecto consiste en refugios de corto plazo para albergar a científicos, investigadores, fotógrafos, especialistas ambientales o cualquier entusiasta de la naturaleza durante la temporada más activa de migración y reproducción de aves.
Delta del Ebro es la zona de humedales más grande de Cataluña y la zona de migración de aves más importante del sur de Europa. Flamencos, gaviotas, garzas imperiales o la cigüeñuela son algunas de las muchas aves que transitan y enriquecen este paisaje único con sus colores, movimiento y el sonido musical que produce su forma natural de comunicarse.
Este proyecto consiste en refugios de corto plazo para albergar a científicos, investigadores, fotógrafos, especialistas ambientales o cualquier entusiasta de la naturaleza durante la temporada más activa de migración y reproducción de aves. Además, el proyecto completa una serie de puntos de observación de aves con una torre que también es un refugio ecológico de aves adaptado a las necesidades de las aves migratorias en cada estación.
Nueve volúmenes se despliegan de forma sutil y estratégica a lo largo de la carretera que une Poblenou del Delta con el punto de observación de aves más cercano. La vía existente actúa como eje que separa los volúmenes de viviendas para los científicos e investigadores de los volúmenes destinados a equipamientos complementarios para el área. Debido al alto dinamismo, afluencia y frecuencia de los recorridos de aves en esta zona, el proyecto basa las soluciones constructivas en la integración de estos volúmenes en el paisaje de manera que no interfieran con el recorrido de las más de 300 especies que encuentran en el Delta, su hábitat ideal.
El diseño pretende adaptarse a los requisitos de construcción neutra en carbono y eficiencia energética, por lo que se utilizan paneles transpirables de cáñamo como material constructivo principal. Estos paneles, no sólo son carbono-neutrales, sino carbono negativos, debido a que la planta de cáñamo absorbe más CO2 a lo largo de su crecimiento que el emitido durante la construcción, y por otro lado las paredes continúan absorbiendo dióxido de carbono durante su vida útil.
También se ha demostrado que los paneles de cáñamo absorben la humedad debido a la higroscopicidad del material, lo que lo hace ideal para esta ubicación geográfica y ambiental. Además, su excepcional aislamiento acústico permite que las aves exploren el lugar con tranquilidad. La piel exterior de madera actúa como barrera anti-impacto para las aves y como filtro de privacidad para los habitantes, sin ser una barrera visual para los observadores en el interior de los refugios. La cubierta verde funciona como aislante térmico, punto de observación de fauna para los fotógrafos e investigadores y sus condiciones térmicas también proporcionan un ambiente óptimo para albergar nidos de algunas especies de aves.
Estos terrenos de la Reserva Natural de la Biosfera son el escenario donde los amantes de la naturaleza, la flora y la fauna conviven en armonía y respeto.
Autor: Andrea Leal Santillan.
Ubicación: Poblenou del Delta, España.
Universidad: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.
Año: 2018